4/06/2009

UN RETO ESPECIAL

GEMA PIÑA SILVA

Algunos de los temas tratados con anterioridad en nuestros ensayos me permitieron conocer diversos puntos de vista acerca del papel actual que tiene la profesión del diseño industrial, y cuestionarme acerca de cómo debería ser el diseño industrial en esta actual forma de vida, además, la interacción que tiene el diseño industrial en la artesanía, entre otros temas.
Algunas de las preguntas que surgieron a partir de las lecturas y ensayos previos son: ¿Cómo fue que el diseño industrial ha llegado a tomarse como una profesión dañina?, ¿Qué factores influyen para que sea vista de ésta forma?, como estudiantes ¿Qué es lo que podemos hacer para reubicar el papel del diseñador industrial de una forma positiva?


EL diseño industrial comenzó ligado del arte, artesanía y oficios, para hacer productos que cubrieran las necesidades que surgían a los seres humanos, después, apoyándose de la tecnología creó productos en serie, y con ello comenzó a vender y competir en un mercado, aquí es donde a mi parecer comienza a crearse un doble sentido con respecto a la función que debe tener un diseñador industrial y es donde el diseñador industrial aparece como “un peligro social”[1].


Al vivir en una época en donde los gobiernos se preocupan por la venta y la demanda, donde la publicidad es una arma para lograr inducir a una sociedad al consumo, donde la compra insaciable es la moda, el diseñador se ve obligado a crear producto inservibles y llenar el mercado de objetos que son sólo una promesa de uso, inclusive podría considerarse que la actividad del diseñar está detenida y se ha convertido en un producto que “obedece políticas consumistas”[2], esto hace que se derrochen inmoderadamente materiales que proviene de la naturaleza, se contamine en exageración al desechar ‘la botella PET de coca-cola’ que millones de personas compraron por ser un diseño nuevo y la publicidad que la engalana en sus comerciales agradaba fácilmente , sin duda aquí citare a Papanek que dice: “hay profesiones más dañinas que el diseño industrial, pero sólo unas pocas. Y posiblemente sólo otra profesión es más falsa: el diseño publicitario. El diseño industrial, al fabricar las llamativas idioteces pregonadas por los publicistas, entra con un cercano segundo puesto" [3] .


Con lo anterior contestamos nuestra primera pregunta, todo esto nos ha dejado ver ‘el lado obscuro’ del diseño industrial, y a la vez abrimos la respuesta de los factores que influyen para que el diseño industrial sea visto como un peligro social; hay sin números de factores que han hecho cambiar a la profesión del diseño industrial: las políticas consumistas, la demanda de productos nuevos sin que la sociedad esté consiente de sus necesidades reales, la transformación de la necesidades de los usuarios, el marketing y publicidad, la monotonía del diseñador ante la sobreexplotación de recursos naturales, el diseño de ‘styling’, etc., pero no hay que olvidar que “el diseñador es en realidad un producto de la sociedad industrial, regida por leyes del mercado, y que sólo en ese escenario tiene verdadero sentido su labor”[4], pero en realidad como diseñadores ¿Podemos cambiar y evolucionar esta profesión que sólo está cumpliendo lo que actualmente se vive?.


Por supuesto que como diseñadores podemos y debemos cambiarlo, es sin duda un gran reto que tenemos, como estudiantes de diseño desde este momento debemos buscar que se reconsidere el diseño industrial, y en desacuerdo con Papanek en su segundo sitio, yo diría que el diseño industrial simplemente ha sido victima del primero y otras cuestiones, quizás por la rápida evolución de la sociedad de consumo, el desarrollo de técnicas y la poca evolución que ha tenido la profesión, considerando las pocas metodologías nuevas que se tienen, las dinámicas de diseño que se han estancado al recurrir a procesos tecnológicos altamente contaminantes, la evolución de la necesidad de un usuario a la necesidad de un consumidor. Este reto se empezaría a superar tratando de buscar nuevas metodologías de estudio, crear hipótesis sobre nuevas formas de enseñar diseño, reforzar lo que se tiene como bases de diseño: las necesidades de los usuarios, la innovación, lo artístico, todo esto hará evolucionar al diseño industrial donde “los elementos del mercado, la industria, la satisfacción de necesidades, la innovación, la conservación del medio se complemente de una forma en que el diseño por el desarrollo de sus productos mejore la calidad de vida, y gane espacios en compañías y mercados, y a la vez sea reconocido por la sociedad[5].


1 BONSIEPE GÛI, Diseño industrial, ARTEFACTO Y PRODUCTO.
2 Guillermo León, Una ruta para el diseño industrial, Bogotá, 2008.
3 Martino Liu, En busca de la verdadera demnada, Guadalajara, 2006, cita a Papanek.
4 Guillermo León, Una ruta para el diseño industrial, Bogotá, 2008.
5 Fritche Salazar, Gómez García,
et.al, La evolución del diseño industrial, 2009.

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