Emma Ortega Jordá Rdz.

La forma de los objetos comunica ideas por ellos mismos, llaman la atención de receptor y es un elemento esencial para un buen diseño. Un diseño, es una pieza con cierto atractivo visual, con personalidad y de un gran equilibrio estético. Con el tiempo, el concepto de forma ha ido sufriendo transformaciones y ha sido vista desde enfoques distintos.



Una visión más completa de ver la forma es la que propone Luis Rodríguez Morales. Está integrada por cuatro vectores: el tecnológico, que se encarga de imponer límites físicos y definir factibilidades productivas; el funcional, que define objetivos principales a ser alcanzados en términos de la relación hombre-objeto; el expresivo, que define la forma y ordena y da sentido a los demás vectores y por último el vector comercial, que junto con el expresivo conduce el proceso de diseño. Estos vectores se interrelacionan y cada diseñador puede otorgares cierta jerarquía.
Cuando una persona compra un objeto, da por sentado que éste funciona de manera adecuada; pero lo que llama su atención, en primera instancia, es su aspecto simbólico. Por ejemplo, si se va a adquirir una licuadora, nadie lleva un poco de comida a la tienda para ver si ésta funciona adecuadamente, sino que supone que debe servir.
Por esta motivo, lo que expresa la forma es muy importante, si promete más capacidad o más durabilidad, etc. Son los aspectos simbólicos los primeros en ser evaluados por el consumidor. Aunque lo simbólico no significa nada mas que la forma este bonita y a la moda, sino que debe cumplir las expectativas del usuario como ergonomía, durabilidad, resistencia, etc.

Algunos ejemplos de tendencias actuales son la Neo-retro y la High-tech. La primera son diseños que mezclan la ultimas tecnologías con una apariencia inspirada en diseños americanos de finales de los 40 y los 50, con acabados redondeados y aerodinámicos y además parecen garantizar que es un producto que funciona como los de antes. Por otro lado, en la High-tech el diseño des producto es muy limpio, claro, parecido al minimalismo y da una imagen donde no le sobra ni le falta nada.
Conciliando la importancia de la forma y la función, se puede decir que éstas no tiene porque contraponerse, sino que interactúan una con la otra influyéndose mutuamente y que dependiendo de cual sea nuestro objetivo a la hora de diseñar un objeto, podemos otorgarle mayor jerarquía a una o otra.
También se puede afirmar que alrededor de la forma y la función hay también otros factores que debemos tomar en cuenta a la hora de diseñar, como lo son el tecnológico, el funcional, el expresivo y el comercial. Y que la forma actualmente está muy influenciada por las tendencias y modas.
De esto se desprende que hay que tener presente varios aspectos básicos cuando se diseña un objeto: preguntarse para que ha nacido el objeto, cuál es su finalidad y cual debe ser su función. Porque un producto puede ser muy estético y no servir para nada o puede ser muy funcional, pero no ser nada atractivo para el comprador.
Bibliografía
· Asensio, Paco et al. Product Design. Ed. TeNeues. Barcelona, 2002.
· Munari, Bruno. ¿Cómo nacen los objetos?. Ed. Gustavo Gili. Barcelona 2004.
· Rodríguez Morales, Luis. “Los esquemas para la configuración de la forma en la modernidad” Las rutas del diseño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario